NUEVA YORK (Reuters Health) - Unas pocas tazas de café por día retrasarían el avance de la enfermedad hepática crónica causada por el virus de la hepatitis C, indicó un nuevo estudio.
Un grupo de científicos halló en 766 pacientes con daño en el hígado por hepatitis C que los que bebían tres o más tazas de café por día eran un 53 por ciento menos propensos que los no bebedores de café a sufrir un avance de la enfermedad hepática en cuatro años.
Los resultados, publicados en la revista Hepatology, no prueban que el café en sí proteja al hígado del daño que causa la hepatitis C. De modo que es demasiado pronto para que las personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C aumenten el consumo de la infusión.
"Aunque nuestros resultados son interesantes, necesitamos más estudios para confirmarlos antes de realizar recomendaciones sobre el consumo de café", dijo a Reuters Health el autor principal del estudio, doctor Neal D. Freedman, del Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos.
Aun así, los resultados coinciden con estudios previos que habían demostrado que los bebedores de café tienen menos riesgo de desarrollar otras enfermedades hepáticas, incluido el cáncer de hígado.
Los resultados, publicados en la revista Hepatology, no prueban que el café en sí proteja al hígado del daño que causa la hepatitis C. De modo que es demasiado pronto para que las personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C aumenten el consumo de la infusión.
"Aunque nuestros resultados son interesantes, necesitamos más estudios para confirmarlos antes de realizar recomendaciones sobre el consumo de café", dijo a Reuters Health el autor principal del estudio, doctor Neal D. Freedman, del Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos.
Aun así, los resultados coinciden con estudios previos que habían demostrado que los bebedores de café tienen menos riesgo de desarrollar otras enfermedades hepáticas, incluido el cáncer de hígado.
La hepatitis C es una infección viral que se transmite por el contacto con sangre infectada (en la mayoría de los casos, al compartir agujas), aunque una cantidad pequeña de casos se transmite por vía sexual o de madre a hijo durante el parto.
En una minoría de los casos, el cuerpo puede eliminar el virus inmediatamente después de la infección. Pero en el 85 por ciento de ellos, la infección se vuelve crónica, con inflamación en el hígado, cicatrización del tejido hepático (cirrosis) y, en algunos casos, cáncer de hígado.
El equipo de Freedman estudió a 766 pacientes con cicatrización del tejido hepático por hepatitis C. Todos habían recibido tratamiento con los antivirales peginterferón y ribavirina, que es la terapia de primera elección para la hepatitis C crónica, pero los fármacos no eliminaron el virus.
En 3,5 años, la enfermedad avanzó en 230 pacientes con un aumento de la cicatrización y del daño cerebral o nervioso o el cáncer hepático.
El equipo halló que el riesgo de avance de la enfermedad disminuía ante un mayor consumo de café.
En los pacientes que tomaban de una a tres tazas de café por día, la enfermedad tendía a avanzar menos de un 30 por ciento que en los no bebedores de la infusión al inicio del estudio. Los que bebían tres o más tazas diarias de café tenían un 53 por ciento menos de riesgo.
No se registró una relación entre el consumo de café y el avance de la enfermedad hepática.
Según el equipo, en teoría hay varios mecanismos por los que el café protegería al hígado. Uno es la alteración de la insulina, que es la hormona que regula el azúcar en sangre; los consumidores de café tendían a tener niveles bajos de insulina.
El café contiene también compuestos antioxidantes, lo que protegería al tejido hepático de las sustancias dañinas para las células llamadas especies reactivas al oxígeno.
Con todo, señala el equipo, el café incluye más de 1.000 sustancias químicas y se necesitan más estudios para comprender si, y por qué, el café protegería al hígado.
Hepatology, noviembre del 2009 Tu Café Espacio, un espacio para compartir.